Reseña: The Ray #1

por Esteban Pedreros

Guión: Jimmy Palmiotti y Justin Gray.
Lápices: Jamal Ingle.
Tintas: Rich Perrotta.

Color: Guy Major.
Rótulos: Dave Sharpe.

Editores: Sarah Litt (Asistente), Kwanza Johnson.
Editorial: DC Comics.

Portada: Jamal Igle.

Fecha de Publicación: 14 de Diciembre de 2011.

Con la cantidad de números #1 que reseñamos en Comicverso, creo puedo decir que éste es un tanto atípico.

Lucien Gates es el hijo adoptivo de una pareja Hippie de California, de raza asiática (Coreano-estadounidense), que trabaja como Salvavidas y es víctima de un rarísimo accidente al ser golpeado por una partícula de un rayo de luz experimental, surgido de un experimento de luz solar (con alguna analogía a los temores causados por los experimenos con el Colisionador de Hadrones en Suiza). Como sólo puede ocurrir en los cómics, el accidente dota a Lucien de extraordinarios poderes y se transforma en la nueva encarnacion del personaje que originalmente perteneció a Quality Comics: The Ray.



Lo que es un tanto extraño de éste número #1 es que se dedica tiempo tanto al origen del héroe como del que probablemente será su archi-némesis, Thaddeus Filmore. No quiero adelantarles detalles del origen de éste villano, pero su origen, tan inverosímil como otros tantos, me resultó mucho más interesante que el del héroe.

También me sorprendió que en los créditos de la revista se dedicara un espacio a identificar a Jack C. Harris y Joe Quesada como creadores del personaje. Esto es curioso para mí, porque ha habido varias iteraciones del personaje, pero fue creado originalmente en la Golden Age por Lou Fine y Harris con Quesada son los creadores de la versión moderna a través de una miniserie aparecida por ahí por 1992 y que pude leer en la edición publicada por Editorial Zinco.

Supongo que alguien aclarará eso en algún momento, pero, volviendo al tema de la historia... como todo número #1, ésta revista adolece del problema de tener que introducir personajes principales, secundarios, lugar de desarrollo de la historia, etc. Toma algunos atajos haciendo que uno suponga parte de la historia (lo que es ingenioso y un tanto flojo a la vez), pero cumple con la función primaria de entretener... aunque tal vez hubiese prescindido de la insistencia del guión en que el protagonista está constantemente desnudo y lo que vemos como ropa o traje de superhéroe, no es más que una expresión de sus nuevos poderes, al tener The Ray la capacidad de afectar el modo en que la luz se refleja en su cuerpo. Sólo digo que unas cuántas referencias menos habrían venido bien.

El dibujo de Jamal Igle es sólido como siempre, aunque creo que el diseño del traje no logra ser tan atractivo como el que hizo Quesada en la miniserie en la miniserie del 92, donde The Ray inmediatamente se destacaba debido a que no había ningún otro personaje que se viera siquiera parecido a él (dentro del acotado universo de personajes que conocía por entonces).

Creo que The Ray es una revista entretenida, bien hecha, pero que lamentablemente no resulta particularmente atractiva dentro de la enormidad de títulos de la propuesta actual. No es una revista que destaque dentro del contexto del relanzamiento DC, donde podría decirse que es parte de una segunda ola de publicaciones y conceptualmente es sumamente apegada al formato clásico, sin proponer algún cambio de enfoque que la haga más novedosa y pudiera hacerla competir (como propuesta), con algunas de las interesantes nuevas series independientes que constantemente lanza la competencia (y que venden muchísimo menos). Lectura agradable.

Calificación:

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