
Ocho años han pasado desde los eventos narrados en The Dark Knight. Gotham City atraviesa por un inusual periodo de paz luego de que la Ley Dent y los esfuerzos tanto de Batman como del Departamento de Policía han prácticamente acabado con el crimen en la ciudad.
Batman mismo tiene ya algún tiempo fuera de circulación, aún si se mantiene como el criminal más buscado en la ciudad. Pero todo el ambiente de relajación y tranquilidad que hay en la ciudad no es más que la calma que precede a la tormenta.

La situación se complica ante la aparición de Selina Kyle (Anne Hathaway), una habilidosa ladrona de joyas, quien muestra un inusual interés por información personal de Bruce Wayne, y de Bane (Tom Hardy), un asesino y terrorista con lazos a la Liga de Sombras y quien recientemente se ha mudado a Gotham. Una vez que se revelen las intenciones de Bane y los intereses que le han traído a la ciudad, Batman tendrá que salir del retiro y mostrar que es capaz de levantarse de la más humillante de las derrotas para salvar nuevamente a su ciudad.

El diseño de producción, escenarios y vestuario también están a la altura de lo que demanda cualquier super-producción, y la mayor parte del tiempo Nolan saca a relucir su talento narrativo, construyendo interesantes secuencias a lo largo de la película.
Pero -admitamoslo, ustedes sabían que habría un pero- pese a todo lo anterior nos encontramos ante un intento fallido de crear una gran película. Y ahora verán por qué. Primero que nada, esta película tiene demasiados agujeros argumentales como para sostenerse por si misma.

También creo que abusa del uso de coincidencias para que la historia se mantenga en movimiento, lo que no sería del todo malo si la cinta no se tomase tan en serio a si misma. Finalmente está el tema del director y sus limitaciones.
Me queda claro que Nolan es capaz de contar historias interesantes de una manera dinámica y entretenida, pero tras ver esta película también me queda claro que no es un director de acción. Las escenas de pelea, que debieran ser emocionantes y dramáticas, se sienten torpes y hasta cierto punto aburridas, lo que hace necesario quitarse el sombrero ante Hans Zimmer, quien construye un score con suficientes momentos épicos como para salvar aquellos momentos de la cinta que más lo requieren.

The Dark Knight Rises ofrece entretenimiento escapista y proporciona una experiencia narrativa a los espectadores más allá de el éxito obtenido en la exploración de temas más profundos. Quien pretenda engañarse concediéndole una trascendencia más alta no se hace ningún servicio a si mismo ni tampoco a la película, y debería aprender a no tomarse las cosas tan en serio.
Recomendada siempre y cuando sus expectativas no sean demasiado elevadas.
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Creo que la discusión elevada está ahi, la trilogía es suficientemente pretenciosas para enunciar esas temáticas incluso de boca de los mismos personajes, por lo que no hay forma de evadirlo.
ResponderEliminarEl punto es si están o no bien logradas y creo que lo están sólo a medias... en ciertos aspectos Nolan es flojo y en otros deja que uno haga el trabajo, pero sin duda que hay varios fallos, que por las intenciones de la película, terminan acentuándose.