Reseña: Bedlam (1 y 2)

por Andrés Pastén.

Escritor: Nick Spencer.
Artista: Riley Rossmo.
Colores: Jean-Paul Csuka

Rotulista: Kelly Tindall
Diseño: Tim Daniel.

Editorial: Image Comics.
Portadas: Frazer Irving.

Fecha de Publicación: 31 de Octubre y 28 de Noviembre de 2012.

Esta podría haber sido perfectamente una historia del Joker, pero en la línea actual del DCU, no tendría cabida, o habría sido tan tijereteada que se habría perdido.

Nick Spencer empieza su relato 10 años atrás, en el último golpe realizado por Madder Red, genio del crimen, asesino serial y dueño de un carisma, desplante y personalidad que Dexter envidiaría. Madder Red lleva 3 años aterrorizando la ciudad de Bedlam, y decide culminar su carrera en una masacre de decenas de personas en un teatro, a la espera de ser capturado por un justiciero local, de gran parecido a Batman.

Pero esto es solo la antesala de su gran golpe, ya que ha dejado bombas escondidas en colegios, en caso de ser detenido, las cuales detonarán en caso que a él no lo maten en 24 horas. Queda absolutamente claro que Spencer adora The Dark Knight de Nolan. El resultado es un caos en Bedlam, donde los ciudadanos toman por asalto el cuartel de la policía donde Madder Red está siendo interrogado, terminando todo en una explosión en la cual solo queda la cabeza con máscara de Madder Red, la que es posteriormente identificada como un criminal de segunda. La policía informa la identidad del maniático en conferencia de prensa, pero esto no convence del todo a algunos periodistas.

Lo que ocurrió realmente es que Madder Red fue secuestrado y llevado al pabellón de un doctor que le ofrece transformarlo en un ciudadano útil a la sociedad, por medios poco humanitarios, aprovechando que su identidad es un secreto y que está muerto para toda la sociedad.

La historia se traslada al presente, intercalándose con flashbacks que explican qué ocurrió con Madder Red, pero ahora centrándose en su alter ego, Fillmore Press, ya terminado su “tratamiento” y procurando insertarse en la sociedad. Fillmore empieza a seguir por la prensa una serie de crímenes, y dada su especialidad y experiencia, intenta ayudar. Pero el tratamiento recibido no ha sido del todo pulcro, y Fillmore no puede evitar acercarse a la violencia, aunque sea como víctima o desafiándola. Mientras la historia avanza, nos van contando más detalles de la relación paciente-doctor, y dado el tenor de la historia, la Naranja Mecánica podría ser lo mínimo a esperar.

No conocía el dibujo de Rossmo, y la historia ilustrada en blanco, negro y rojo, es al menos perturbadora y escalofriante, en particular en los primeros planos que realiza a Fillmore/Madder Red. Su diseño de Madder Red es excelente, y su manera de reflejar la violencia, te golpea.

Solo lamento que esta historia haya salido en paralelo al Death of the Family que se está desarrollando en Batman (cuyo primer número no me generó mayor inquietud), y haga que Bedlam pase desapercibida o tenga una corta vida, frente a la parafernalia de DC.

Imperdible si eres seguidor de Dexter, tienes poleras del Joker o conversas con tu lado oscuro en los ratos libres.

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