Reseña: Batman: Earth One

por Esteban Pedreros

Escrito por: Geoff Johns.
Dibujado por: Gary Frank.
Entintao por: Jonathan Sibal

Colero por: Brad Anderson.
Rotulador: Rob Leigh.

Editor: Eddie Berganza y Darren Shan (Asistente).
Editorial: DC Comics.

Portada: Gary Franky Jonathan Sibal.

Fecha de Publicación: 04 de Julio de 2012.

Lamentablemente me toca seguir la racha de reseñas negativas...

Aunque hace muchos años que no digo algo positivo de Geoff Johns, érase una vez que disfrutaba bastante su trabajo, específicamente su primera época en Flash y la JSA, eso hasta que empecé a aburrirme de la repetitividad de sus historias, su tendencia al Gore innecesario, la dependencia de historias pasadas y la sensacion que genera de estar aplicando una fórmula para la producción en masa de historias.

Batman: Earth One adolece de varias de esas fallas y nos cuenta una historia conocida... Bruce Wayne es un joven millonario traumatizado por la pérdida de sus padres en un violento asalto, que se obsesiona con la idea de vengar sus muertes y para ello decide vestir un disfraz de murciélago y aterrorizar al mundo criminal responsable de su sufrimiento... la diferencia - o el demonio - está en los detalles...

Thomas y Martha Wayne son descendientes de las familias más ricas e importantes de Gotham: los Wayne y los Arkham y Thomas está embarcado en la empresa de convertirse en alcalde de Gotham para limpiar la ciudad de la corrupción que la corroe, apoyado por su esposa que es además su jefa de campaña. Ante la hostilidad y amenazas de muerte que recibe, decide llamar a su viejo amigo Alfred Pennyworth, un viejo veterano del ejército británico junto a quien peleó en alguna guerra no especificada, para que se haga cargo de su seguridad... por supuesto que para que haya historia, decide desoir los concejos de su amigo y acude junto a su familia a la fatídica noche de la exhibición de El Zorro en el cine de lujo que está junto al peor callejón de la ciudad. Con sorpresa, Alfred se entera que ha sido nombrado Tutor del traumatizado Bruce Wayne y con renuencia decide aceptar el cargo para evitar que el niño termine en algún orfanato. Mostrando distancia y dureza de carácter, se presenta ante Bruce como "El Mayordomo".

En las películas de Nolan queda medianamente claro que hay una cercanía entre Bruce y Alfred, disimulada por barreras formales relacionadas con tradiciones aristocráticas que, a falta de un mejor ejemplo, podríamos comparar con el fuerte sentido del deber que regla la vida del personaje de Anthony Hopkins en "Lo que queda del Día". Aquí Johns presenta a un personaje que carece de esa historia o tradición, por lo que su reacción en un momento que debía estar cargado de emotividad es simplemente ridícula... no habría estado fuera de lugar que Alfred asumiera la sorpresiva carga de mala forma, pero presentarse ante Bruce como su "Mayordomo", no sólo es cruel, es estúpido.

La relación de Alfred y Bruce es simplemente rara. Hay otros dos momentos de la historia que no funcionan bien, pero uno en particular teminó de convencerme de que éste cómic no era simplemente mediocre sino que una porquería... cuando Alfred descubre que Bruce se anda disfrazando de murciélago para buscar al asesino de sus padres, lo confronta y comienzan una pelea cargada de tensión que se resuelve de una manera tan imbécil que echa por tierra la verosimilitud de la historia. Ver a Alfred emocionado y orgulloso de que su hijo putativo esté dispuesto a pelear sucio, es una idiotez tan grande, que sólo se justifica si asumimos de entrada que ambos personajes son dementes.

Esta relación mal explorada que debió ser el único foco de la historia, pierde tiempo en escena gracias a que Johns decide introducir una serie de guiños al lector a través de vueltas de tuerca a personajes conocidos que resultan irrelevantes, insustanciales y contradictorias. Harvey Bullock es un ex-detective de Los Angeles que pide su transferencia a Gotham interesado en investigar y resolver el legendario homicidio de los Wayne y levantar así su alicaída carrera televisiva tras la cancelación del programa Hollywood Detectives que protagonizara. Jim Gordon es un detective honesto, cuya integridad ha sido demolida por la corrupción de Gotham y que tras la muerte de su esposa, superpone el bienestar de su hija Barbara a cualquier otra consideración. Barbara Gordon es una joven brillante que tiene una inexplicable tendencia a ponerse en situaciones de riesgo innecesario que atentan contra cualquier sentido de la autopreservación y me reservaré algunas otras sorpresas por si acaso deciden leer la revista.

Si alguna cualidad redimible tiene esta novela gráfica, se debe al trabajo de Gary Frank:





Gary Frank tiene un innegable talento para el dibujo detallado y realista, pero así como tiene fans, tiene detractores. Para quienes disfruten de su trabajo, aquí van a poder verlo brillando en todas aquellas características que hacen su trabajo distintivo, para sus detractores, bueno, acá tuvo el tiempo de trabajar obsesivamente los detalles de cada página así que la falta de dinamismo se ve acentuada.

Un rasgo que marca esta historia es el realismo, el cual es exacerbado por el estilo de dibujo de Gary Frank. Ahora, el realismo que transmite la historia se circunscribe al tono de la acción, la ropa de Batman y las escenas de pelea, que recuerdan más una típica pelea callejera que una coreografiada secuencia de acción. Lamentablemente ese realismo no llega a abarcar a la historia y la complejidad de los personajes, que son por cierto, unidimensionales y cuestionables en la coherencia de su unidimensionalidad, por lo que la revista tiene un germen autodestructivo en la elección de los distintos elementos que la conforman.

Un personaje como Batman (practicamente cualquier superhéroe), requiere de un contexto fantástico que le aporte verosimilitud, la historia puede ser más o menos oscura, más o menos seria, pero si no se la contextualiza apropiadamente se cae a pedazos. En la vida real, un tipo disfrazado de murciélago que sale a combatir el crimen sólo tiene lugar en las crónicas de historias trágicas (o de curiosidades cómicas)... en las películas de Nolan funcionaba porque se invertía el tiempo de mostrarlo en acción haciendo cosas asombrosas que permitían creer que el tipo no iba a terminar muerto en un callejón al tratar de evitar un robo cualquiera. En las de Burton había mucha más fantasía, la cual le aportaba esa dosis de credibilidad... acá se siente que lo más sano sería llamar al manicomio e internar a Bruce Wayne antes de que termine matándose accidentalmente. Lamentablemente Johns insinúa no sólo que tiene ganas de contar más historias en éste universo del personaje, sino de que tal vez quiere emparentarlo con ya saben quién.

Batman: Earth One esboza algunas ideas interesantes, pero la sepulta con una maraña de ideas idiotas y se convierte en un digno sucesor de la igualmente pésima Superman: Earth One de J.M. Straczynski y Shane Davis, si no fuese por Gary Frank la nota sería peor. No la recomiendo

Calificación:

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Comentarios

  1. A mi me parecio bien por una razon sencilla, tiene la oportunidad de darle sentido cronologico a una historia, cosa que para mi siempre ha sido basico.

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  2. No entiendo bien... ¿te refieres a que haya una secuencia ordenada de acontecimientos?

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  3. No entiendo bien... ¿te refieres a que haya una secuencia ordenada de acontecimientos solamente?

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