Reseña: Wolverine and The X-Men: Alpha & Omega #1

por Esteban Pedreros.

Escritor: Brian Wood.
Arte: Roland Boschi y Dan Brown
Arte (constructo):
Mark Brooks con Andrew Currie, Jay Leisten, Norman Lee y Ronda Pattison.
Rótulos:Joe Sabino.

Portada: Mark Brooks
Diseño: Jared K. Fletcher
Editores: Sebastian Girner(Asistente), Jeanine Schaefer (Editor) Nick Lowe.
Editorial: Marvel Comics.

Fecha de Publicación: 04 de Enero de 2012.

He descubierto que padezco de una enfermedad... antimutantismo.

Terminé de leer esta revista y de pronto me sentí estafado. Luego de la decepción que me provocó "Schism" y el lanzamiento de la serie "Wolverine and The X-Men", tenía medianamente decidido no intentar nuevamente leer algún proyecto mutante, al menos por algún tiempo, cosa de limpiar el paladar y ver si era un tema de saturación mi desdén hacia estos proyectos o si efectivamente la calidad era baja.

Cambié de opinión al tropezar con varias críticas positivas de esta miniserie en CBR, IGN y Multiversity. Si bien puedo entender una reseña positiva como la de IGN, me cuesta hacer los mismo con los otros casos que proponen que uno corra a comprar la serie si no quiere perderse una de las mejores propuestas del mercado... no se trata de una bazofia, en lo absoluto, pero está bastante lejos de ser excepcional.

Al término de "Schism", Wolverine junto a un considerable grupo de mutantes jóvenes, abandonó Utopia y reconstruyó la ex-escuela de Xavier, rebautizándola como "The Jean Grey School for Higher Learning" (Escuela Jean Grey de Educación Avanzada). Dentro de éste grupo estaba Quentin Quire, el catalizador de los eventos de "Schism", quien, a diferencia del resto, hizo abandono de Utopia inconsciente y amarrado, quedando bajo la supervisión de Logan.

En ésta miniserie se explora la relación entre ambos personajes y el deseo de venganza de Quire que lo lleva a poner a Wolverine en una situación poco familiar y bastante amenazadora.

Para tratarse de una miniserie de 5 partes, sucede muy poco en éste número y nada que sea particularmente innovador o llamativo. El conflicto entre Wolverine y Quire no es nuevo y me resultó poco atractivo por una razón muy sencilla: Wolverine es un luchador y Quire es un síquico, por lo que el enfrentamiento está predestinado a no tener una resolución satisfactoria al no existir un terreno común en que los personajes puedan combatir.

Otra razón para mi desinterés es el hecho de que Quentin Quire resulta un personaje útil como catalizador, rebelde, etc. no he leído mucho de él, pero lo que he visto hasta ahora me da la idea de un adolescente caprichoso, arrogante y confrontacional, pero que más allá de sus extraordinarios poderes no cuenta con un propósito, ideología o motivación claramente definidas y suficientemente complejas como para hacerlo interesante. Lo que veo en éste número es un berrinche y sabiendo que Wolverine eventualmente ganará, no veo motivos para seguir la historia más allá del debut.

El arte es bastante agradable, a pesar del gran número de artistas involucrados. La revista cuenta con dos estilos gráficos marcadamente distintos (por diseño), que se complementan correctamente y resultan atractivos, sin embargo la historia no logra que el gran esfuerzo de los dibujantes pese a la hora de decidir si sigo leyendo o no la miniserie.

Probablemente quienes tengan un mayor apego por los personajes y se sientan entusiasmados con las tramas en desarrollo en el muti-verso disfruten bastante la serie... para el resto anticipo que los dejará completamente indiferentes o absolutamente confundidos. Recomendada con reservas.

Calificación:

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